jueves, 31 de julio de 2008

Sándwich de pollo








- Mark, por favor, llama otra vez a Peter. No sale de su cuarto.
- Si, un segundo, voy.
Mark sale del cuarto de baño, secándose la cara con la toalla. Llama al cuarto de su hijo.
- ¡Peter! ¡Arriba, vas a llegar tarde a la escuela. !
Vuelve a su dormitorio, coge su chaqueta y baja las escaleras, directo a la cocina.
- No puedo entretenerme, llego tarde al trabajo.
- Todos los días lo mismo, nunca podemos desayunar todos juntos. No olvides que esta noche vienen a cenar los Marble.
- Si, si, no lo he olvidado. Que tengas un buen día.
Mark besa a su mujer, coge el almuerzo y sale de casa con un café en vaso de plástico.
- ¡Peter! ¡Baja de una santa vez!

Otra vez en el atasco. Larga hilera de metal humeante. Si te fijas con atención puedes reconocer muchas de las caras que a diario hurgan en su nariz camino del trabajo.
Mark aparca en la 6th street, compra el periódico y entra en el café. Son las nueve de la mañana. Sale a la media hora, va hasta la cabina telefónica más próxima y llama a algunos de los números que tiene marcados en rojo en el periódico.
- Buenos días, llamaba por el empleo.

Son las doce del mediodía. Mark está sentado en el parque. Abre la bolsa del almuerzo.
Sándwich de pollo. Siempre el jodido sándwich de pollo. Una manzana. Siempre la jodida manzana. A veces le gustaría gritar a su mujer que esta hasta los cojones del sándwich de pollo y la manzana. Pero sabe cual seria la respuesta: - ¡Hazte tú el puto sándwich.! ! !- Y ante esa respuesta sabe que ha perdido y que es mejor dejarlo correr. Desmenuza lentamente el sándwich que va dando a las palomas. Se come la manzana. Mira el reloj. Son las doce y veinte.

Son las tres menos cuarto de la tarde. Mark ha leído el periódico de cabo a rabo. Se levanta, es el momento de estirar las piernas. A las cuatro y diez entra en un bar y pide un wisky.

- Hola cariño, ya estoy en casa.
- ¿Has comprado el pastel?
- Si, pastel de cerezas, ¿Qué tal el día?
- Bien, llevo toda la tarde cocinando, espero que el asado me salga en su punto. Dame un beso. ¿Tu que tal?
Mark la besa.- Bien, hoy ha sido un día estresante, preparando el balance mensual..
- Hola papa, hola mama.
- ¡Peter! No comas nada, en una hora cenamos con los Marble, sube a tu cuarto, ordénalo y lávate y cámbiate.
- Hola hijo.

- No te lo puedes ni imaginar. Vino la policía y los bomberos. Cariño pásame el puré de patatas. Gracias. Todos los vecinos sabíamos que esa vieja estaba completamente loca.
Que al final iba a ocurrir una desgracia. Fue un susto terrible. ¿Verdad cariño?- Pregunta la Sra. Marble.
- Si, si.- Contesta el Sr. Marble, empeñado en poder cortar un trozo del asado.
- Desde luego, el barrio esta cada vez peor. La casa de al lado vuelve a estar ocupada. Una pareja de negros con cuatro o cinco niños. Esto se empieza a parecer África. Peter no se te ocurra juntarte con ellos. Y deja de jugar con el tenedor. Come.
- Ahora la buena noticia- Dice la Sra. Marble. – A John le han ascendido a jefe de departamento. ¿No es estupendo? Para celebrarlo os queríamos invitar el próximo fin de semana a nuestra casita en la playa.
- ¿De verdad? Oh, es maravilloso. Enhorabuena. Vamos, ¿No Mark?
- Oh, si, enhorabuena. Chin chin.
- Este año pensamos irnos de vacaciones a algún lugar del Caribe.
- Yo - Interviene Mark interrumpiendo a la Sra. Marble, sin levantar los ojos del plato
- He perdido el empleo hace un mes.- Pasan unos segundos de silencio.
- Oh! Has cambiado la tapicería del sofá.-Comenta la Sra. Marble.
- Si, me encanta este color, va muy bien con las cortinas.



Roma, Marzo 2006

No hay comentarios: