obedezco
obedezco
obedezco
obedezco
de la cabeza a los pies
las patadas de mi bestia
pero cuando subo la cuesta de las lágrimas
y remonto los siete suelos de mi tierra
un vuelo de castañuelas
en mi sangre se levanta
y cambian de dirección
mis querencias.
Sobre la curva del suelo
y bajo el firmamento
siento que me atrae
todo el Universo.
José Val del Omar
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