sábado, 25 de abril de 2009
Los vigilantes
TARRAGONA. Los Mossos d´Esquadra han desarticulado en Tarragona una banda de delincuentes integrada por siete personas que se dedicaban a asaltar a narcotraficantes para quedarse con la droga, haciéndose pasar en ocasiones por policías. Uno de los arrestados es un agente de la Guardia Civil que tuvo problemas en enero pasado durante un control de tráfico de la Policía de la Generalitat.
El agente es Antonio M., de 38 años y vecino de Ulldecona, cabo primero de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Tortosa, y ya ha ingresado en prisión provisional.
La banda, que operaba sobre todo en las comarcas del Ebro y en Castellón, está acusada de extorsión, tráfico de armas, tráfico de sustancias estupefacientes, blanqueo de capitales y falsificación de documentos y de moneda. Según los Mossos d´Esquadra, para sustraer dinero o droga a los narcotraficantes, «no dudaban en utilizar la violencia y la intimidación», y usaban crenciales policiales para hacerse pasar por agentes ante sus víctimas. Según los Mossos, «ha quedado acreditada la extorsión a diversas personas, con la que obtuvieron grandes beneficios económicos y vehículos de lujo».
El resto de detenidos son Roberto A., de 35 años, considerado el líder de la banda y vecino de la zona del Ebro; Juan Manuel C., de 30 y vecino de Masdenverge; Laura V., de 25 años y de la misma localidad; Adilson P., de 26 y vecino de Alcanar; David O., de 33 y residente en Miami Platja, y Lorenzo N., de 40 años y vecino de Castellón.
El agente, el cabecilla de la red, Juan Manuel C. y Lorenzo N. estan en prisión y los otros tres, en libertad con cargos. En los registros practicados en las casas de los detenidos, en las poblaciones tarraconenses de Sant Carles de la Ràpita, Alcanar, Ulldecona, Masdenverge y Amposta, los Mossos se incautaron de siete armas de fuego y munición, 1.200 euros falsos, 400.000 euros de curso legal, 100 gramos de hachís y seis coches.
El agente de la Guardia Civil ahora encarcelado tuvo problemas con los Mossos d´Esquadra el 20 de enero, cuando se enfrentó a una patrulla en un control de tráfico en el que le sometieron a la prueba de alcoholemia, que dio negativo. Antonio M. les dijo a los agentes que era guardia civil y que estaba investigando un doble homicidio en Alcanar. Posteriormente se quejó de la actitud de los policías, a los que acusó de abuso de autoridad por insultarle y registrarle el vehículo, a su juicio sin motivo.
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