jueves, 14 de abril de 2011



Instrucción nº3: Ocúpate del virus.

El VIRUS DEL PODER se hace visible de múltiples maneras. En la construcción de armas nucleares y en todos los sistemas políticos existentes que se proponen limitar la libertad interior mediante el control. Se pone de manifiesto en la miseria moral de la vida cotidiana de los países occidentales. En la fealdad y la vulgaridad que nos rodean. Y, por supuesto, en la enfermedad directamente causada por el virus.

Instrucción nº9: Los criminales son ellos.

QUIERO QUE SE ME ENTIENDA LITERALMENTE. Si, quiero lograr que se tome conciencia de la criminalidad de nuestra época. Toda mi obra apunta contra todos aquellos que, por idiotez o deliberación, quieren hacer estallar el planeta y hacerlo inhabitable.

Instrucción nº10: Los humanos son un lastre.

CREO QUE TODA LA RAZA HUMANA, que ha demostrado ser una verdadera calamidad para el planeta, ha sido fuertemente condicionada por su experiencia y estancia en las cavernas. Pudiera ser que, de hecho, hubiera contraído una especie de virus que ha hecho de ella lo que es: una verdadera amenaza para la vida en el planeta.

Instrucción nº12: El final de la policía.

LA POLICIA HA ACTUADO COMO PERROS RABIOSOS que atacan todo cuanto ven. No protesto. No estoy sorprendido. La policía se ha comportado según las normas de su raza. Pero hay que saber por qué se han escapado del control de sus amos ¿No hay ordenanzas municipales que exigen que los perros peligrosos lleven bozal y vayan atados? [...] Es realmente sorprendente ver a esa gente tratando de actuar con un sistema que no puede funcionar. No es un sistema malo ni bueno, es, simplemente, que no puede funcionar. Intentan hacerlo funcionar a la fuerza, pero no lo conseguirán.

Instrucción nº20: Refuerza tus motivaciones e impulsos.

LO MISMO QUE LOS PUBLICISTAS, me intereso por la manipulación exacta de la palabra y de la imagen con el fin de modificar la conciencia del lector. A veces, ¿saben?, me preguntan si continuaría escribiendo, solo en una isla desierta, sin que jamás me lea nadie. Mi respuesta es sí, un sí categórico. Continuaría escribiendo aunque no fuese más que para hacerme compañía. Porque yo creo un un mundo imaginario, siempre imaginario, en el que me gustaría vivir.

El exterminador hizo bien su trabajo. Juicio contra William Burroughs.
La Felguera Ediciones.

1 comentario:

angola dijo...

Orola, como Burroughs, también seguiría escribiendo aúnque fuese en la más absoluta soledad. Si me preguntan que libro llevaría conmigo a una isla desierta yo contestaría que lo que queda del libro en blanco de mi mente para seguir llenándolo de mis tachones imborrables.
Y tu, Mikel, cómo estás? Te pasó algo malo? Apruébame el comentario!