Los vigilantes

Guardia Civil incendia el monte diez veces

Logran detener, tras una ardua investigación, al supuesto autor de los fuegos que ha sufrido el paraje natural. La jueza le dejó en libertad y esa misma tarde volvió a arder el monte
01.04.12 - 00:32 -
MERCEDES NAVARRETE | LA HERRADURA.


En los últimos seis meses cuando bomberos, Guardia Civil o Protección Civil de Almuñécar recibían la llamada de algún vecino alertándoles de un fuego ya no tenían ni que preguntar dónde, sabían perfectamente que tenían que salir pitando a Cerro Gordo. La obsesión de un pirómano con este paraje natural de La Herradura -los fuegos eran claramente provocados- tenía en vilo a estos profesionales y a los vecinos que residen en las urbanizaciones cercanas al paraje. Desde finales del pasado verano, el pirómano actuaba en la zona causando incendios con métodos de 'profesional', sin dejar rastro, incluso utilizando productos inflamables y retardantes que le permitían alejarse del lugar antes de que comenzasen las llamas. Desde octubre de 2011 se han registrado hasta una decena de incendios en el paraje de La Herradura y el límite de Nerja. Los más importantes que investiga la Guardia Civil han sido seis pero en los días previos a cada fuego 'gordo' solía haber varios intentos.
Así, el pasado mes de febrero, tuvo lugar un fuego importante el día 12, pero en la misma semana se habían contabilizado ya tres pequeños conatos. Por fortuna, ninguno de los diez fuegos registrados desde octubre han tenido consecuencias graves gracias a la rápida actuación de los profesionales que han evitado desastres naturales en todas las ocasiones, pero sí han requerido una importante movilización de medios humanos y materiales. En este tiempo han sido pasto de las llamas miles de metros de monte bajo y pinares, superficies no muy extensas pero de una importancia ambiental extraordinaria ya que se trata de un parque natural.
Por indicios
La amenaza sobre el paraje y la alarma vecinal eran tales que en octubre, cuando se llegaron a registrar cuatro incendios en pocos días, el Seprona montó un dispositivo especial de vigilancia, apoyado por los agentes de Medio Ambiente de la Junta. El Infoca incluso optó por dejar esos días un retén en la zona.
Los agentes del Seprona de la Costa se han tomado como una auténtica cuestión personal dar con el pirómano. Han puesto toda su profesionalidad y largas horas de trabajo, durante meses, al servicio de esta investigación, que finalmente ha dado su fruto.
El pasado lunes 26 de marzo, la Guardia Civil detuvo finalmente al sospechoso. Y después de todo lo que han trabajado en el caso, lo último que esperaban confirmar los agentes es que el supuesto pirómano tiene relación con el Cuerpo. El detenido es un guardia civil de 60 años, ya retirado por prejubilación y vecino de la localidad malagueña que limita con La Herradura, Nerja. La Guardia Civil le ha detenido basándose en indicios. Vamos que nunca le han pillado con un mechero en la mano, pero siempre, en cada fuego, él aparecía en el escenario del 'crimen'. Diversos testigos le situaban en la zona antes de que el monte comenzara a arder en las distintas ocasiones.
Tras prestar declaración en el juzgado de instrucción de Almuñécar, el supuesto pirómano quedó en libertad con cargos, a la espera de juicio. En función del delito imputado, la jueza no consideró procedente la prisión preventiva. Esa misma tarde del 26 de marzo, apenas una hora después de que el detenido saliera a la calle, volvió a arder el monte en La Herradura en la zona de la Cuesta del Marchante.
La Guardia Civil continua por tanto sus investigaciones para demostrar, como todos los indicios parecen apuntar, si el detenido está también detrás de este último fuego. Durante todos los meses de investigación coordinada por el Seprona de Motril, los agentes de Medio Ambiente de la Junta han desempeñado una labor clave, realizando seguimientos y vigilancias en el monte, según confirmaron fuentes de la investigación. Probablemente el imputado por los incendios sea juzgado, como corresponde a este tipo de delitos, por un tribunal popular.
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