lunes, 21 de septiembre de 2009

Los vigilantes



Trece años de prisión a un policía municipal por agresión sexual

Europa Press | Madrid
Actualizado viernes 18/09/2009 19:03 horas

El Tribunal Supremo ha confirmado la condena impuesta a un policía municipal del Ayuntamiento de Madrid a 13 años y medio de prisión por agredir sexualmente, cuando estaba de servicio, a una joven de 22 años en julio de 2004.

En un auto, al que tuvo acceso la prensa, la Sala de lo Penal acuerda la inadmisión del recurso de casación interpuesto por la defensa del agente y el Ayuntamiento de Madrid contra la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid, de 17 de enero de 2008.

La Sección Sexta de la Audiencia madrileña consideró a Sergio M. P. responsable en concepto de autor de un delito de violación y le impuso la obligación de indemnizar a la víctima con 20.000 euros por los daños sufridos, siendo responsable civil subsidiario el Consistorio madrileño.

En el auto, el Supremo da validez al testimonio de la víctima, el cual "se refuerza con la ausencia de verosimilitud que le ofrece al tribunal de instancia la declaración del acusado" que mantuvo que las relaciones sexuales fueron consentidas. Además, añade que ello está corroborado por elementos objetivos derivados de la prueba pericial.

En el juicio, el acusado sostuvo que la mujer se le insinuó tras cometer una infracción de tráfico y le llevó a un portal, donde mantuvieron, según dijo, una "relación consentida". "Entramos en un portal. Me tocó los genitales. Era una situación morbosa y excitante. Bajamos al rellano y me bajó la cremallera. Luego me sentí fatal y me fui", contó el agente, que está casado y tiene dos hijas.

La sentencia de la Audiencia daba mayor credibilidad al relato de la víctima. "La declaración de la mujer resulta verosímil, dada su contundencia y claridad. Aparece corroborada por el dato objetivo de que el semen que la testigo tenía en la cara y ropas pertenecía al procesado", explica la resolución.
Hechos probados

Durante su declaración, Ana J. dijo a la Sala que el agente le pidió los papeles y luego le pidió que se fuera con él. "Me metió en un portal y me apuntó con su arma reglamentaria", explicó entre sollozos. "Me puso la pistola a un metro de la cabeza. Con la otra mano me agarró de los pelos. Me dio un rodillazo y me obligó a hacerle una felación", contó.

La sentencia consideró probado que alrededor de las dos de la tarde del 14 de julio de 2004, el procesado se encontraba de servicio, uniformado y conduciendo una motocicleta oficial por la calle Bravo Murillo, cuando se percató de que delante de él circulaba una moto. Al detenerse ambos en un semáforo, el acusado indicó a Ana Jeanneth que se detuviera en una calle próxima.

Tras unos minutos de conversación entre los dos, el procesado, valiéndose de su condición de funcionario policial, la llevó por el brazo hacia un portal de la calle doctor Santero.

La joven se negó a ir hacia donde el acusado le solicitaba, momento en el que el procesado sacó su arma reglamentaria, con la que apuntó a la víctima "a la vez que la conminaba a bajar al sótano". La mujer volvió a negarse y el procesado le pegó un fuerte rodillazo en las piernas. Entonces, mientras mantenía el revolver en su mano, el agente le agredió sexualmente.

No hay comentarios: