miércoles, 5 de noviembre de 2008

Los vigilantes



Un dominicano denuncia una "salvaje paliza" de tres vigilantes en la estación de Atocha
Una asociación de inmigrantes que se presentará como acusación particular.- El joven acusa a Metro pero el suburbano asegura que fue en la zona de Cercanías.- Renfe admite que la "trifulca" se produjo en su suelo

ELPAÍS.com / AGENCIAS - Madrid - 05/11/2008


"El bono no me pasa y los guardias de seguridad me dan una paliza". Así ha resumido un inmigrante dominicano la pesadilla que sufrió el 28 de octubre en la estación Atocha de Madrid. El joven, Alfredo Díaz Marcelo, un camarero de 33 años, ha asegurado que recibió una "salvaje" tunda de palos por parte de tres vigilantes de seguridad de Metro, aunque una portavoz de esta empresa pública ha negado la acusación y ha sostenido que el suceso tuvo lugar en la zona de Cercanías de la estación múltiple, donde la seguridad es responsabilidad de Renfe. Por su parte, una portavoz de la empresa de ferrocarriles ha admitido que se produjo un "incidente" en la parte del recinto de su competencia, al tiempo que ha recordado que los vigilantes no son, en todo caso, trabajadores públicos. En una rueda de prensa, el chico ha mostrado fotografías tomadas dos días después de los hechos con puntos en una ceja y en la cabeza y el cuerpo amoratado y un parte médico de lesiones.


Díaz Marcelo ha denunciado su caso respaldado por representantes de la Asociación Voluntariado de Madres Dominicanas-Voluntariado Integración Internacional de Trabajadores (VOMADE), que se presentará como "acusación particular" en la causa. Según ha relatado, los hechos ocurrieron pasada la medianoche en la estación de Atocha-Renfe, cuando requirió la ayuda de un vigilante porque el abono no le "pasaba" por el torno cuando intentaba acceder al Metro. "No vinieron con buen carácter, sino con la mano en la porra", ha afirmado el dominicano. Según su testimonio, nada más preguntar a un vigilante si podría cambiar el bono, éste llamó a un compañero y antes de hablar siquiera con la víctima recibió el "primer golpe" y comenzó la "paliza".

Así, Díaz ha relatado que la trifulca se produjo sin provocación alguna. El vigilante se abalanzó sobre él y el joven le agarró la mano, lo que provocó que el otro agente le golpeara en la cabeza, provocándole una herida en la ceja izquierda que le supuso 11 puntos de sutura. La sangre que le caía por los ojos a causa de una herida en la ceja y otra en la cabeza no le permitió ver con claridad a sus agresores. "Después me tiraron al suelo y me dieron en la espalda y en la cabeza", ha asegurado Alfredo, que ese día viajaba solo y volvía de hacer compras. Según su relato, no tardaron en llegar más agentes, que le retuvieron hasta la llegada de la Policía. Además de la agresión, el joven critica a los que la vieron y no le ayudaron. Asegura que "la gente pasaba y nadie se paró". "Aquí nadie hace nada, nadie dice nada", ha agregado. Y así, a golpes y sin que nadie acudiera en su auxilio, hasta que "gracias a Dios" -ha dicho- llegó la policía y le detuvo. No al agresor, sino a él. El joven, empleado como camarero en un conocido restaurante de la zona de Chamartín, pasó detenido dos días acusado de resistencia a la autoridad. Nunca hasta ahora, según sus testimonio, no había tenido problemas con la justicia, ni en España ni en su país.

Eso sí, antes de ir al cuartelillo la policía le trasladó a un centro de salud, donde recibió 11 puntos en la ceja izquierda y ocho cerca de la sien derecha, de los que hoy ha dado constancia. Una portavoz de la Jefatura Superior de Policía ha confirmado que el dominicano estuvo detenido y después pasó a disposición judicial acusado de "atentado a agente de la autoridad, desobediencia y resistencia". Según Alfredo, pasaron dos días hasta que en los Juzgados de Plaza de Castilla le dejaron en libertad, tras lo cual presentó una "reclamación" en Atocha y ahora prepara una "querella" con ayuda de la Asociación de Madres Dominicanas. El dominicano habla en su denuncia de vigilantes del Metro, pero una portavoz de la empresa pública madrileña ha asegurado a esta web que el suceso se produjo "en instalaciones de Renfe, donde los vigilantes son de Renfe". La empresa de ferrocarriles, dependiente de Fomento, ha confirmado este extremo, aunque ha asegurado desconocer la naturaleza de los hechos, si efectivamente fue una agresión racista o incluso una "trifulca" causada por el joven.

Una portavoz de Renfe ha recordado que la seguridad en las estaciones está en manos privadas y que en este caso la adjudicataria es Segur Ibérica. Preguntada sobre si piensa pedirle responsabilidades, la portavoz ha indicado que el caso está abierto y que una vez se resuelva "judicial y policialmente" tomarán las medidas oportunas si fuera necesario. De confirmarse la acusación, podrían pedir la retirada de los implicados del servicio. ¿Es posible que la presunta paliza esté grabada? "Ni idea", contesta la misma fuente.

El joven dominicano sí está seguro de que se trata de una agresión racista. "Ese negro", recuerda que oyó a uno de los guardias mientras estaba en el suelo. "He querido denunciar esto porque no quiero que esto le pase a más gente. Me pregunto qué habría pasado si me hubieran matado", ha preguntado, al tiempo que se ha lamentado de que, desde entonces, se encuentra "demolido". La víctima, que ha mostrado dos fotografías de las heridas suturadas que supuestamente los guardias le provocaron, ha presentado asimismo el parte médico en el que se recogen diversas contusiones en la espalda. "Esto no sólo pasa en Atocha, pasa a mucha gente en Sol y en Villaverde alto. Lo he visto con mucha gente de color", ha comentado uno de los amigos de Alfredo. La supuesta víctima ha decidido hacer pública su historia porque no quiere "que le pase a más gente, ni a españoles, ni a inmigrantes".

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