Pasear por Viena es como sumergirse en el estilo imperial de sus edificios, en su grandeza de imperio centroeuropeo. Nada me puede dejar más frio que esos imponentes edificios y esa majestuosidad burguesa y señorial.
Pero un descubrimiento hace que no olvide la arquitectura de Viena, los edificios que diseñó Friedensreich Hundertwasser,este artista revolucionario me parece un Gaudí alucinado de psicotrópicos, un visionario que fusiona oriente y occidente, lleno de color, en rebeldía con la línea recta, comprometido con el ecologismo y con dotar a la arquitectura del aspecto humano de los que normalmente la habitan.
Otros edificios suyos se pueden ver en Alemania, Suiza...
Recomendable observar sus pinturas, esculturas y sus diseños.
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