lunes, 15 de febrero de 2010
Los vigilantes
Investigan el robo en el cuartel de Benicàssim de 6.800 euros que un vecino encontró en la calle
La Audiencia Provincial reclama al teniente coronel que aclare la desaparición del dinero
J. A. CASTELLÓ
La Audiencia Provincial de Castelló ha remitido un auto a la Comandancia de la Guardia Civil de Castelló para que se depuren responsabilidades disciplinarias entre los "agentes, oficiales y suboficiales" que hayan podido tener algo que ver en la desaparición de 6.853 euros que un vecino se encontró y llevó al cuartel de la Benemérita en Benicàssim.
El caso se inició con la denuncia de un particular, José María G.G., quien en su día entregó al Instituto Armado el dinero que se había encontrado. Según el escrito que los magistrados de la Audiencia Provincial han remitido a la atención del teniente coronel jefe de la Comandancia de Castelló, "por lamentable que resulte, después de que un honesto ciudadano hiciera entrega del dinero encontrado a las fuerzas de seguridad del Estado, en este caso el cuartel de la Guardia Civil de Benicàssim, una cadena de errores entre los mandos de dicho destacamento han facilitado la desaparición del numerario".
Del careo que se efectuó entre un teniente y un agente del cuartel, se dedujo que el brigada que actuaba como jefe de puesto "no quiso hacerse responsable del dinero", por lo que finalmente "uno u otro" introdujo los billetes en un sobre que se guardó en un armario ubicado en el despacho del teniente. Al parecer, nadie en el cuartel reparó en que ese dinero había quedado en depósito hasta que los agentes y mandos fueron llamados a declarar por este procedimiento. "De modo que no se ha podido saber qué fue del dinero, que desde luego, tal como ha certificado el fedatario judicial, no se llegó a ingresar en la cuenta del juzgado", añade el auto de la Audiencia. Uno de los agentes interrogados durante la causa declaró que fue el brigada quien cogió finalmente el sobre con los 6.853 euros, pero una "lectura integral del testimonio permite deducir que lo hizo para introducirlo en el mencionado armario, que aún estando en el despacho que estaba, no ofrecía demasiada seguridad". Según la Audiencia, este testigo ya había declarado al respecto que no recordaba los hechos, por lo que una "nueva declaración tampoco ayudaría a esclarecerlos definitivamente".
La Audiencia, al no "existir suficientes indicios que permitan atribuir el apoderamiento a alguno de los agentes, tampoco a la empresa que hizo obras en el cuartel", ordena que se archive la investigación penal, pero pide al jefe de la Comandancia que depure responsabilidades.
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