Vaya pájaro, este juez que por su alopecia podría pasar como el doble de
Yul Brynner, trabajaba como topo en la Audiencia Nacional al servicio de Estados Unidos.
Años lleva la familia de Couso intentando llevar ante la justicia a sus asesinos. Esta es su democracia: Dicen una cosa al público pero hacen otra entre las oscuras bambalinas del poder.
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