martes, 12 de agosto de 2008





Quiero irme al Japón. Y echar una partida de chinos con los samurais. Tatuarme al estilo Yakuza y follar con una geisha. Tomar pescado crudo y tirarme un pedo en el metro de Tokio, les haré recordar el viejo olor del gas sarín. Tirar miles de fotos y pincharle en el culo a un luchador de sumo con un alfiler. Escuchar a los viejos poetas recitar sus Haikus. Y hacer que mis venas sientan el terremoto del fluir de la sangre por ellas. Traerle a Pata de Palo una muleta de aluminio. Y empapelar mi habitación con obscenos dibujos manga. Tan obscenos como la muerte.

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