Cercada por la jauría al ocaso
está en el desierto la gacela.
Y el vino en las vasijas:
En la taberna del destino
bebe cuanto quieras
de la bóveda del cielo
o la copa del llanto.
Hasta morir con las manos vacías a los pies del tabernero,
tu solo camarada en el último viaje
a las ciudades de las hormigas,
gobernadas por números y casas de banca.
¿En cuanto vendes, esclavo, tus cadenas?
El que viene y no viene. Abd al-Wahhab al-Bayati
No hay comentarios:
Publicar un comentario