viernes, 20 de noviembre de 2009

Mezquino,
como una mosca
una tarde de verano.
Mediocre,
como un vino
de seis dólares.
Previsible,
como el resultado
del Inter.
Irascible
como la abuela
de los Soprano.
Servicial
como un mayordomo inglés.
Sensible,
como un condón de lana.
¡No!
Os engañé.
Soy como Gary Cooper,
siempre en su sitio.
Como el buzón
de correos.
Como el Rastro
los domingos.
Bueno como la Madre Teresa
y las croquetas de mi vieja.
Seguro,
como el recibo de la luz.
Sabio y loco
como esos que no salen
de su cuarto,
por no hacer el esfuerzo.
Generoso
como hacienda.
Tan simpático
como el rey.
tan popular
como una canción
de los 40 principales.

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