A veces no me apetece levantarme de la cama,
no porque esté cansado, sino porque no espero nada de un nuevo día.
Ser un tumbado, como Onetti.
Vivir en mi cama ajeno a todo.
A veces salgo a la calle dispuesto a comerme el mundo,
intentando disfrutar de esas cosas pequeñas,
que dicen,
son el secreto de la vida.
Intento ver a la gente con generosidad, como Doisneau.
A veces me encierro en mi casa
no quiero ver nadie.
Otras, voy al cine y hasta hago el amor de vez en cuando
Voy a museos y a manifestaciones.
A veces escucho música brasileña
y me entran ganas de jugar al fútbol.
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