Han conseguido, con el cuento-crisis del saqueo de dinero público para los grandes bancos, empezar el ataque masivo a sueldos, jubilaciones y empleo.
Han conseguido, con su totalitarismo fascista de los medios, poner a raya a la organización social y difundir la sumisión general.
Luego, leyes antiesto y antiotro para vaciar las calles.
Ahora, toca atacar las fiestas populares, como en Euskal Herria (Bilbao, Pamplona y en un sin fin de pueblos), para quitar el último protagonismo rebelde, juvenil y festivo.
Es un ataque frontal a la lucha de los pueblos.
Y estos payasos sindicales, lloriqueando en las colas del Inem. Izquierdas de pacotilla. Siervos del Capital.
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