sábado, 25 de septiembre de 2010

Los vigilantes




Imputados cuatro policías y cinco sanitarios por la muerte de un joven
Jonathan Carrillo, de 26 años, murió tras ser golpeado por un agente local de Terrassa - La juez cuestiona la asistencia médica prestada al fallecido

JESÚS GARCÍA - Barcelona - 25/09/2010

La muerte de Jonathan Carrillo Cantudo, de 26 años, está a punto de sentar en el banquillo de los acusados a cuatro policías locales, tres médicos y dos enfermeros. El joven falleció hace un año en Terrassa tras recibir, presuntamente, un bofetón de un agente de policía que le hizo caer de espaldas al suelo y golpearse la nuca contra un parterre. La juez que lleva el caso ha dado por concluida la investigación y sostiene que hay indicios para acusar al agente que propinó el golpe -identificado con su número profesional- de un delito de homicidio imprudente y otro de lesiones.

La resolución judicial que cierra la instrucción es el paso previo a la apertura de juicio oral y prevé la imputación de otros tres policías locales de Terrassa. Estos vieron la supuesta agresión de su compañero y no hicieron nada por evitarla, lo que supone un delito de omisión del deber de perseguir delitos. La juez les acusa también de homicidio por imprudencia, lo mismo que a tres médicos y dos enfermeros que atendieron a la víctima.

Los profesionales sanitarios -que, a diferencia de los policías, figuran con nombre y apellidos en el auto- han sido imputados a última hora, tras declarar ante la juez. La instrucción concluye que el joven "no fue atendido de forma adecuada, entrando en situación de crisis, siendo ingresado en la UCI hacia las 11 de la mañana del día siguiente". Ingresó en la Mútua de Terrassa por "intoxicación etílica" porque, según los equipos de emergencias, los policías no alertaron de que, además de tomarse unas cuantas cervezas, se había dado un fuerte golpe en la cabeza. Los agentes contradicen esta versión y aseguran que sí avisaron a los sanitarios. La hemorragia cerebral creció y el chico murió 12 horas después.

El episodio ocurrió la noche del 15 de septiembre de 2009. Carrillo, apasionado del Barça, acababa de presenciar una derrota del Madrid y regresaba a casa tras tomar cervezas con los amigos. Unos agentes identificaban a un menor en una motocicleta y Carrillo se interesó por el asunto. La versión de los agentes es que este les insultó y agitó los brazos, por lo que le sujetaron las manos. Después, "se desplomó" por sí solo porque iba borracho, con la desgracia de que se golpeó la cabeza contra el suelo.

La aparición de dos testigos, dos vecinas que vieron el incidente desde el balcón, dio un vuelco al caso. Las mujeres declararon que el joven cayó por el golpe de un agente al que el Ayuntamiento suspendió de empleo y sueldo. La juez da crédito, al menos de forma provisional, a las mujeres, y sostiene en su auto que el agente "propinó un golpe" a Carrillo, que estaba rodeado por los otros tres policías imputados.

La fiscalía y el abogado de la familia, Marc Pérez, están elaborando ahora su escrito de acusación. Los imputados podrían enfrentarse, por homicidio imprudente, a una pena de uno a cuatro años de prisión. Los profesionales sanitarios, además, podrían sufrir una inhabilitación de tres a seis años.
link

No hay comentarios: