Si hoy Merkel se atreve a decretar el fin de la multiculturalidad y exige a los y las inmigrantes que acepten los valores de Alemania, es porque hay consenso social como para lanzar ese discurso, sino esto sería impensable. La pasividad y complicidad de amplias capas de la población, avalan esta avanzada nazi fascista.
Merkel conoce las cifras de las encuestas - mencionadas en la nota del diario Gara - que dan cuenta de que la islamofobia existe en más de la mitad de los alemanes que miran hostilmente a una población musulmana de 4 millones de habitantes (el 5% de la población). El 35% opina que Alemania está ahogada por los extranjeros y el 10% añora el regreso de un Führer con «mano de hierro».
Recordamos que no es un hecho lejano la aprobación por parte del senado del estado alemán en el 2009 del partido neonazi NDP.
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